Darle sentido a cada decisión

Darle Sentido

 
En estos días he estado en diferentes actividades donde he logrado re afirmar algo que había notado desde hace mucho y que seguramente todos, en teoría, lo sabemos: la vida está diseñada para tomar decisiones y así es, tomamos decisiones en cada momento, nos volvemos expertos en el tema, pero de aquí surgen varias  preguntas como ¿son las mejores? ¿Adónde me llevan? ¿Por qué tomé esa decisión? Desde que nos despertamos sucede algo interesante en nuestras vidas, decidimos.

En una capacitación de mi trabajo en el tema de estadística, se tocó un tema muy interesante: las probabilidades, normalmente nos presentamos frente a variables aleatorias, estas variables son sucesos que pueden pasar o no pasar, es casi como lanzar una moneda con dos posibles resultados: cara o cruz. Algo que me ha parecido interesante es saber reconocer cómo cambian las probabilidades de acuerdo a las decisiones que tomamos. Y ahí, no se vuelve tanto como lanzar una moneda, sino, el saber reconocer las consecuencias que tienen las decisiones que tomo.
 
Para tomar mejores decisiones debemos tomar en cuenta diferentes elementos, no es una receta, son recomendaciones:
 
(1) Ver el panorama completo, esto implica conocer, saber, tanto lo que está dentro como lo que esta afuera; lo que está adentro es aquello que nos hace entender que estamos aquí por algo, y ese algo es un misterio mientras no pongamos atención: un propósito. Si deseas tener plenitud en tu vida debes luchar por ese propósito, pero nadie lucha por algo que no conoce, reconocer en nosotros nuestras habilidades y pasiones nos puede brindar un mejor panorama de lo que hay adentro; lo que está afuera son todos los elementos que no podemos dejar de considerar: tu contexto. Este contexto son todas las personas que te rodean, tu familia, tus amigos, tu trabajo, todo se puede ver afectado o puede afectarte en tu vida. En resumen, ver el panorama completo te va a ayudar a tomar mejores decisiones, tomando en cuenta lo de adentro y lo de afuera.
 
(2) Evaluar el corto, el mediano y el largo plazo, parece que es un trabajo muy difícil, pero si ya contemplamos lo que hoy está sucediendo, este panorama nos ayudará a ver más claramente lo que podría venir, eso es tener visión. Normalmente vivimos en una cultura cortoplacista, es decir, vemos la satisfacción a corto plazo, dejamos a un lado lo que pueda venir a mediano o largo plazo.
 
(3) Hay que ir paso a paso, aquí está la clave, si tienes una visión clara de lo que deseas alcanzar y has tomado en cuenta tu contexto y lo que eres, entonces sabrás qué decisiones tomar hoy, desde las más pequeñas hasta las más importantes, cada decisión debe pasar algunos filtros: (i) ¿Esta decisión me lleva a cumplir mi propósito? (ii) ¿Esta decisión hará bien a mi contexto? (iii) ¿Esta decisión me ayudará a alcanzar mi visión a largo plazo? A veces tienes que saber que no todo lo que haces te va a terminar encantando, pero tienes que tener la convicción de que lo que hoy haces, aunque no sea lo que te haga sentir realizado, te ayudará a llegar adonde sabes que debes llegar.
 
Dios nos ha dado, junto al libre albedrío, la capacidad de tomar decisiones, nos permite equivocarnos, y está claro que no siempre vamos a acertar, pero  lo que si podemos hacer es aprender de las malas decisiones, esto se llama experiencia. Lo importante es saber discernir y tener todos los instrumentos necesarios para tomar las mejores decisiones.
 
Y por último un consejo, la única decisión que debes tomar cuando estés en un mal momento es no decidir nada. Ayer por la noche hablaba con una gran amiga, a quien le tengo un gran cariño y recordaba unas palabras de un sacerdote amigo que tuve hace años: "Cuando venga un sentimiento que te quite la paz no discutas con él, saca un banco, invítalo a que se siente y quédate ahí, aprende a vivir esos momentos, si hay tristeza, entonces hay que estar triste, pero no discutas con la tristeza, si estás enojado, es momento de estarlo, pero no discutas con el enojo, invítalo a estar, en un momento te aseguro que se levanta y se va"
 
No hay recetas para tomar mejores decisiones, pero de lo que estoy seguro es que se hace mejor cuando desde el corazón, se reconoce que no se sabe todo y se toman en cuenta a las personas que amamos para darle sentido a las decisiones que tomamos.
 
Jaime G.
 
 
 


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