Inquietudes profesionales: por Lucho

Hoy les quiero compartir un artículo de un buen amigo, Luis Solorzano, una persona con mucha entrega a los demás, y me parece justo cuestionarnos lo que hoy nos propone, espero sus comentarios:

De las Aulas a las Comunidades

Una de las tantas cosas que evaluamos al querer adquirir un empleo es la paga; el sueldo que voy a devengar después de haber pasado años sentado en un pupitre en una sala de clases, al haber pasado días y días de desvelo sentado en un escritorio cómodo estudiando para aprobar con la mejor de las notas las evaluaciones, al haber pasado sentado en grupo durante horas y horas preparando las distintas exposiciones y puestas en escena de muchos trabajos que durante nuestra preparación fuimos desarrollando.

Por lo tanto parece justo que comience a beneficiarme de lo que, con tanto sacrificio he logrado, mi titulo como profesional.

Se está perdiendo la esperanza de equilibrar un poco las cosas, de poder proveer sus servicios a quien realmente lo están necesitando y no por un beneficio propio, se reduce a dos o tres dígitos el conocimiento que solo es alcanzado por siete de cada 100 jóvenes, porque lo que aprendimos es que debemos cumplir objetivos para lograr metas que solo buscan el desarrollo personal, porque en el aula no se enseñó que el trabajo tiene un objetivo mayor: Crear Riqueza Social.

Las verdaderas aulas donde día a día se imparten clases magistrales de amor, entrega, sacrificio, lealtad, trabajo en equipo son en las comunidades donde, a veces, el universitario pocas veces llega, y al llegar lo hace con indiferencia, mostrando un contacto lejano como no queriendo involucrarse mucho, manteniendo su distancia profesional, estas clases están impartidas por doctos en escasez, desnutrición, miseria, pobreza, y curiosamente mucho son analfabetas porque la oportunidad no llego a ellos.

Pero si realmente queremos ser profesionales competentes, integrales, serviles y útiles a la sociedad, país, tenemos que, como decía San Alberto Hurtado, dejarme interpelar por los pobres, dejarme cuestionar mis principios a partir de sus carencias materiales, materiales eso sí, porque de humanidad somos nosotros los que estamos necesitados.

Luis Solórzano
Doctor en Medicina

Es Momento de Crecer JG³
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